Con-mover, excitar, desplazamiento versus deseo, implica un cuerpo simbólico, soporte del deseo. Se enfrentan así un cuerpo físico y un cuerpo deseante, que se cruzan se funden o se distancian según la perspectiva desde donde se encare o implemente el movimiento.
Uno se juega en el espacio: como distancia a recorrer, hecho físico medible en tiempo y lugar. El otro enfoque implica un movimiento independiente del espacio que se deba recorrer y se expresa en movimiento, se subordina el desplazamiento al impulso pulsional del deseo, tiene otra temporalidad y otra representación espacial, ya que atravesado por los efectos, un movimiento cargado de miedo puede implicar un tiempo interminable y un paso puede parecer eterno.
En la medida que me mueva el deseo, me enfrente a la inquietud de la insatisfacción, entonces es posible que pueda aprender algo nuevo, o introducirme en un proceso creativo y enfrentar el tiroteo o vencer ese caos o vacío de estomago o inquietud respiratoria y plasmar una pincelada, un gesto, un verso, un movimiento expresivo un salto que es un vuelo revestido de emoción. El deseo puesto en movimiento es revoltijo de vísceras y sangre, lamidas de colores y colores, sacudones y vibraciones del alma y cuerpo, a veces a cachetadas, otras a caricias templadas.
2 comentarios:
Me gustó, me tocó.
Que foto más buena... Realmente magnífica
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